La capacidad del vaso es otro factor que debes considerar, ya que influye en la cantidad de alimento que puedes preparar en cada ocasión. Lo ideal es que el vaso tenga una capacidad suficiente para cubrir tus necesidades, pero sin ser demasiado grande ni demasiado pequeño.
Un vaso demasiado grande puede hacer que desperdicies comida o que tengas que limpiar más. Un vaso demasiado pequeño puede hacer que tengas que hacer varias tandas o que no puedas añadir todos los ingredientes que quieras.
La capacidad óptima dependerá de tus gustos y hábitos personales, pero como orientación, se suele considerar que un vaso de entre 300 y 500 ml es adecuado para una persona, y un vaso de entre 600 y 800 ml es adecuado para dos personas.