La TRH es un tratamiento seguro y eficaz siempre que se realice bajo supervisión médica y se ajuste la dosis según las necesidades individuales de cada paciente. Sin embargo, como todo tratamiento hormonal, puede tener algunos efectos secundarios o contraindicaciones que hay que tener en cuenta.
Algunos de estos son:
- Aumento del hematocrito, es decir, el porcentaje de glóbulos rojos en la sangre, lo que puede aumentar el riesgo de trombosis o accidentes cerebrovasculares.
- Aumento del tamaño de la próstata, lo que puede provocar dificultades para orinar o aumentar el riesgo de cáncer de próstata.
- Aumento del riesgo de apnea del sueño, una condición que se caracteriza por interrupciones en la respiración durante el sueño.
- Aumento del acné, la caída del cabello o el crecimiento de vello corporal.
- Disminución de la producción endógena de testosterona, lo que puede causar atrofia testicular o infertilidad.