VIH y deporte: cómo mejorar tu salud y prevenir la transmisión
El VIH es un virus que afecta al sistema inmunológico, debilitándolo y haciéndolo más vulnerable a otras infecciones y enfermedades. El sida es el estado más avanzado de la infección por el VIH, cuando el sistema inmunitario está tan deteriorado que no puede luchar contra las infecciones oportunistas.
Afortunadamente, hoy en día existen tratamientos antirretrovirales que pueden controlar la replicación del virus y mantener la carga viral baja, es decir, la cantidad de virus que hay en la sangre. Cuando la carga viral es tan baja que no se puede detectar con una prueba, se dice que la persona es indetectable e intransmisiible. Esto significa que el virus no tiene capacidad de transmitirse (I=I), aunque se recomienda seguir usando preservativo para prevenir otras enfermedades de transmisión sexual.
Además de tomar el tratamiento, las personas que viven con el VIH pueden mejorar su salud y su calidad de vida practicando deporte de forma regular. El deporte tiene múltiples beneficios para la salud física y mental, como:
- Mejorar la resistencia aeróbica, la capacidad oxidativa y la masa muscular.
- Prevenir o reducir las complicaciones cardiovasculares, la diabetes, la osteoporosis y el sobrepeso.
- Fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de infecciones oportunistas.
- Aumentar la autoestima, el bienestar emocional y la adherencia al tratamiento.
- Reducir el estrés, la ansiedad y la depresión.
¿Qué tipo de deporte es el más adecuado para las personas con VIH?
No hay un deporte único que sea el mejor para las personas con VIH, sino que depende de las preferencias, las características y los objetivos de cada persona. Lo importante es elegir una actividad que sea divertida, segura y adaptada al nivel de condición física de cada uno.
En general, se recomienda combinar ejercicios aeróbicos y anaeróbicos, que tienen diferentes efectos sobre el organismo. Los ejercicios aeróbicos son aquellos de intensidad baja o media y de larga duración, que requieren el consumo de oxígeno para obtener energía. Algunos ejemplos son la natación, el ciclismo, el jogging, el remo o la caminata. Estos ejercicios mejoran la resistencia, la salud cardiovascular y la eliminación de grasas.
Los ejercicios anaeróbicos son aquellos de intensidad alta y de corta duración, que no necesitan oxígeno para obtener energía. Algunos ejemplos son la musculación, las carreras de velocidad, el body tonic, el GAP o el pilates. Estos ejercicios fortalecen la musculatura y el esqueleto, y aumentan la masa magra.
Se aconseja realizar al menos tres sesiones semanales de una hora de duración cada una, alternando y complementando ambos tipos de ejercicios. Antes de empezar cualquier programa de deporte, es conveniente consultar con el médico de VIH y/o un especialista en medicina deportiva, que podrá orientar sobre la actividad más adecuada y el seguimiento necesario.
Tratamientos preventivos contra el VIH: PrEP y PEP
El VIH es un virus que ataca el sistema inmunológico y puede causar el SIDA, una enfermedad grave que pone en riesgo la vida. El VIH se transmite principalmente por medio de relaciones sexuales sin protección o por compartir agujas u otros objetos para inyectarse drogas con una persona infectada. Para evitar el contagio, existen dos tipos de tratamientos preventivos que se pueden tomar antes o después de una posible exposición al VIH: la PrEP y la PEP.
Cómo funciona la PrEP
La PrEP significa profilaxis previa a la exposición. Es un medicamento que se toma diariamente o cada dos meses por inyección por las personas que no tienen el VIH, pero que están en mayor riesgo de contraerlo. El tratamiento de PrEP puede reducir el riesgo de infección por el VIH por vía sexual en cerca de un 99% y en las personas que se inyectan drogas en al menos un 74%. La PrEP no protege contra otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), por lo que se recomienda usar condones cada vez que se tiene sexo. La PrEP está disponible de forma gratuita para todas las personas que la necesiten en España.
Cómo funciona la PEP
La PEP significa profilaxis posterior a la exposición. Es un tratamiento de emergencia que se debe iniciar dentro de las 72 horas (3 días) después de una posible exposición al VIH. El tratamiento de PEP consiste en tomar medicamentos contra el VIH durante 28 días para evitar que el virus se propague por el cuerpo. La PEP se puede recetar a personas que son VIH negativas o que desconocen su estado del VIH, y que en las últimas 72 horas podrían haber estado expuestas al VIH durante las relaciones sexuales, al compartir agujas u otros objetos para inyectarse drogas o al ser agredidas sexualmente. La PEP también está disponible de forma gratuita para todas las personas que la necesiten en España.
Recomendaciones finales
La PrEP y la PEP son tratamientos preventivos eficaces contra el VIH, pero no sustituyen el uso regular de otros métodos de prevención, como el uso de condones o la realización de pruebas periódicas del VIH. Si crees que puedes estar en riesgo de contraer el VIH, consulta con tu profesional de la salud sobre la opción más adecuada para ti. Recuerda que el VIH no es una sentencia de muerte y que hay tratamientos que pueden ayudarte a vivir una vida plena y saludable.
Dónde y cómo solicitar la PrEP
La PrEP se puede solicitar en los centros sanitarios autorizados de cada comunidad autónoma. Estos centros suelen ser hospitales o centros de atención al VIH/sida. Allí te harán unas pruebas para confirmar que no tienes el VIH y que no tienes ninguna contraindicación para tomar la PrEP. También te harán un seguimiento periódico cada 3 o 6 meses para comprobar que sigues siendo VIH negativo y que no tienes efectos secundarios. La PrEP se puede tomar de forma diaria o cada dos meses por inyección, según tu preferencia y la indicación médica.
Dónde y cómo solicitar la PEP
La PEP se puede recetar en los servicios de urgencias hospitalarios o en los centros de atención al VIH/sida. Es muy importante que inicies la PEP lo antes posible, dentro de las 72 horas (3 días) después de una posible exposición al VIH. La PEP consiste en tomar medicamentos contra el VIH durante 28 días. Durante este tiempo, debes evitar tener relaciones sexuales o usar condones cada vez que las tengas. También debes hacerte una prueba del VIH al inicio y al final del tratamiento, y otra a los 3 meses para confirmar el resultado.
Para saber más sobre la PrEP y la PEP en España, puedes consultar los siguientes recursos:
Manual PrEP. Actualización diciembre 2021:
Un documento que explica los aspectos clínicos, epidemiológicos y organizativos de la PrEP en España.
SIPrEP:
Una plataforma tecnológica que facilita la gestión y el registro de los programas de PrEP en España.
Cesida:
Una organización que agrupa a entidades que trabajan en la respuesta al VIH/sida en España. Ofrece información, asesoramiento y apoyo sobre la PrEP y otros temas relacionados.
Webconsultas:
Un portal de salud que ofrece información sobre la PEP y otros aspectos de la prevención y el tratamiento del VIH/sida.
Quiero PrEP ya:
Una iniciativa que promueve el acceso a la PrEP en España y ofrece información sobre cómo conseguirla, dónde tomarla y cómo usarla.
Espero que esta sección te sea útil y que la puedas añadir a tu post sobre el VIH y el deporte. Creo que es una información muy valiosa y que puede ayudar a muchas personas a protegerse del VIH y a vivir una vida más segura y saludable. 😊
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Testimonios y opiniones
Estas son algunas opiniones y testimonios de personas que viven con el VIH y practican deporte:
Testimonios
Pedro, 35 años
«El deporte me ha ayudado mucho a mejorar mi salud física y mental desde que me diagnosticaron el VIH. Me siento más fuerte, más ágil, más feliz y más seguro de mí mismo. Además, he conocido a gente maravillosa que me apoya y me anima. El deporte es una terapia para mí”
María, 28 años
“Desde que soy indetectable, he recuperado la confianza en mi sexualidad y en mi pareja. Sé que no le puedo transmitir el virus, y eso me da mucha tranquilidad. También practico deporte regularmente, y eso me ayuda a mantenerme en forma y a cuidar mi salud. Estoy muy agradecida por el tratamiento y el deporte
Javier, 42 años
“El VIH no me ha impedido seguir haciendo lo que me gusta, que es el deporte. Al contrario, me ha motivado a superarme y a disfrutar más de cada momento. El deporte me ha dado energía, vitalidad, autoestima y amigos. No me siento diferente ni limitado por el VIH, sino todo lo contrario”
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Conclusión
En conclusión, el VIH y el deporte son dos conceptos que pueden ir de la mano, siempre y cuando se sigan las recomendaciones médicas y se practique el deporte de forma adecuada, segura y adaptada a cada persona. El deporte puede mejorar la salud y la calidad de vida de las personas que viven con el VIH, así como prevenir la transmisión del virus si se es indetectable. Además, el deporte puede ser una fuente de diversión, superación, autoestima y apoyo social. Por todo ello, te animamos a que practiques el deporte que más te guste y te beneficie, y que disfrutes de sus ventajas.
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